¡CONDENADA JAMAICA!

Ayer me acordé de aquellos cómicos de antaño Abbot y Costello, pues nos pasó algo similar en la casa…

Resulta que una de mis gemelas y yo habíamos comprado -días antes- un condimento llamado Pimienta Gorda o Jamaica. Pues bien, al estar haciendo una receta de chiverre esta también llevaba Jamaica, por lo que me puse a buscarla y no la encontré. Le reclamé a mi esposa por la Jamaica y me decía que no la encontraba…

Ella sabe que soy algo impaciente -un poquitico apenas- y empezó a mostrar signos de estrés al detectar ciertos destellos en mi mirada; llegó entonces la otra gemela y le ayudó a mi esposa en su búsqueda de «la Jamaica» pero nada…

Al rato tenía que salir de compras con las dos gemelas y les pedí comprarme más Jamaica en el Walmart, mientras esperaba tranquilo en mi vehículo. La gemela que no fue la primera vez, me llamó para decirme que estaba muy cara y que mejor no la compraba… ni modo pensé.

Al llegar a la casa -cansado, asoleado y de muy mal humor- se me zafó un «maldita Jamaica…» Y justo entonces la primera gemela empezó a decir: «…pero si ya compramos la Jamaica» y yo pensaba: Si, ya sé que la compramos hace unos días… Y al rato cuando me veía molesto sin poder terminar la bendita receta lo repetía de nuevo: «… pero si ya le compramos la Jamaica», y ella no entendía por qué yo no le hacía caso, pero yo me preguntaba por qué ella seguía repitiendo lo mismo…

Resultó ser que mi esposa y mi segunda gemela entendieron que yo ocupaba Rosa de Jamaica (que sirve para hacer un refresco muy agradable) y cuando encontraron la bolsita con las florcitas secas y yo les preguntó ¿Para qué me dan eso? Ellas tampoco entendían…

Al final nos dimos cuentas del error y de que las dos gemelas si habían comprado -por segunda vez- unos paquetillos de Jamaica pero yo no le entendía a la segunda gemela, pues pensaba que se refería a la primera compra…

¡Peor que los tres chiflados» y nos morimos de risa al ver la secuencia de malentendidos!

pd: la Jamaica se había quedado prensada en los cinturones del carro y por eso no la veíamos; la primera Jamaica aún debe estar oculta en algún recoveco de la cocina… ¡Condenada Jamaica!

About the Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You may also like these